miércoles, 19 de noviembre de 2014

El futuro en mis manos

Muchas veces nos preguntamos hacia donde se encamina nuestra sociedad. A que punto llegaremos, como seremos y viviremos dentro de veinte años, por ejemplo. Desde mi punto de vista seguiremos avanzando en lo que a tecnología se refiere; existiran nuevos transportes, nuevos electrodomésticos, en definitiva, mil cachibaches que nos harán la vida "más fácil". Pero lo fundamental no va a cambiar, como no ha cambiado en miles de años. Los sentimientos seguiran tan cual; la gente seguirá enamorándose, ilusionandose y desengañándose, todo eso y mucho más, porque al fin y al cabo el ser humano no avanza. Con razón se dice que somos el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y no lo digo yo, la historia me avala. Pero si le tengo miedo a una cosa: a que con tanta tecnología y tanto avance se pierdan los valores. Temo que el día de mañana mis nietos vivan solo virtualmente. Que mis hijos, en vez de jugar en la calle como he hecho yo, se dediquen a tener un aparatito de estos veinticuatro horas al día. Temo que la gente no sepa vivir, que no experimenten la sensación de salir un viernes y que te llueva sin llevar paragüas... O por ejemplo, que no se den las sopresas, que no existan los reencuentros inesperados porque todo esté calculado al milímetro. No me gustaría vivir en una sociedad cuadriculada. Me gusta la libertad, cosa que se está perdiendo día tras día, ya que estamos conectados casi siempre. Hay personas que afirman que este es solo el principio... No quiero ni pensar cual será el final. Por otra parte creo que nos daremos cuenta, y querremos volver al pasado. Dentro de veinte años añoraremos lo que hoy en día tenemos, o lo que hemos tenido aquellos que aún conservamos un poco de cordura en nuestras vidas. Para zanjar este tema dejo una frase de Einstein con la que me siento totalmente identificada: “Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad.El mundo solo tendrá una generación de idiotas".

¿Cuál será mi futuro? Realmente no lo sé, nadie lo sabe. Solo trato de vivir a mi manera y dejar que la vida me sorprenda, a veces gratamente y otras no tanto. Incluso, ¡podría afirmar que no quiero saberlo! No se trata de que quiera vivir en la absoluta ignorancia y me quede de brazos cruzados esperando a que caiga algo del cielo; simplemente creo que con esfuerzo todo llegará a su debido tiempo. Yo en un futuro me veo como una gran profesora de inglés, con mi casa y mis hijos. Viviendo en el extranjero, posiblemente, tal y como pintan las cosas ahora mismo. Pero sobre todo, me veo como ahora: ilusionada, con algún proyecto siempre en mente. Con ganas de seguir aprendiendo, viajando, conociendo a gente nueva. Pero también con una cierta estabilidad que requiere la edad, supongo. Desde siempre me han pintado el futuro como algo competitivo. "Tienes que ser la mejor", dicen. Yo no voy a buscar ser la mejor, voy a ser yo misma. Si algo tengo bien claro es que en el futuro me gustaría decir que no soy ni mejor ni peor, simplemente soy yo misma, y eso nadie lo puede superar. Dentro de veinte años me gustaría no haber cambiado, sino aprendido, porque aprender no es cambiar, es crecer. Quiero que la gente me siga reconociendo por lo que soy y no por lo que pueda llegar a tener. Y ser feliz, como todos. Quiero ser feliz aunque me cueste conseguirlo a mi manera.

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