miércoles, 12 de noviembre de 2014

La sociedad en la que vivo


Muchas veces me preguntan sobre mi opinión de la realidad que me ha tocado vivir; unos dicen que soy de la generación de la tecnología y que mi vida fluye entorno a ella. Otros que vivo en una sociedad privilegiada porque lo tengo todo a mi alcance, no tengo grandes problemas y las cosas son relativamente fáciles de conseguir. Yo, a medida que crezco voy matizando y discrepando con unos y otros. Es cierto que no podemos comparar la sociedad actual a la de hace 60 años, pero eso nos lleva a un gran problema: no apreciamos lo que tenemos, y lo que nos resulta difícil lo abandonamos. Porque siempre se nos han puesto las cosas en bandeja, hablando coloquialmente. 

Personalmente opino que la vida pasa demasiado rápido. La sociedad cambia constantemente y nos hace meternos en una espiral de tráfico, bullas y jaleo. Estamos tan pendientes de cosas tan insignificantes que dejamos atrás todos aquellos detalles que nos van marcando. ¿Cuántas personas dicen aquello de: vivimos en la sociedad del consumo? Pero, ¿quién es la sociedad? ¿No somos nosotros, al fin y al cabo? No me considero ningún ejemplo a seguir, pero sí intento salirme de esa idea de vivir para consumir en vez de consumir para vivir.  Quiero cambiar esta sociedad, quiero cambiar con lo establecido. Y que todas las personas puedan llevar una vida normal sin ser juzgadas por prejuicios, como por ejemplo por su forma de vestir. Mil veces me han llamado "pija". A otros "canis", "góticos" o para abreviar, "raritos". Porque se salen de lo que la sociedad considera normal. Pero, ¡ojo! Que en esta sociedad lo anormal hoy mañana será moda. Dejemonos de tendencias y vamos a centrarnos en valores. Lucharé para buscar una sociedad de valores, de principios, y no de prejuicios e intolerancia. Me altera ver situaciones injustas. 

Mi realidad no es la mejor, ni tampoco la peor. Es mejorable, por supuesto, pero soy feliz en ella. Porque tengo a personas que me hacen la vida más sencilla, más bonita. He sabido rodearme de gente que me aporta con su sola presencia y que me han hecho entender que lo material acaba desapareciendo con el tiempo. No me gusta demasiado mi sociedad, pero ya no por el simple hecho de que haya problemas. Sobre todo es porque la gente ve ajenos esos problemas y por lo tanto, los dejan pasar como si no fueran con ellos. Yo me incluyo, a veces soy la primera que ya ni se inmuta con tantas y tantas noticias de televisión, por ejemplo. Pero yo creo que si nos paráramos a reflexionar cuantas cosas están en nuestras manos, al menos algo cambiaría. Y tras haber reflexionado esto, creo que voy a empezar mañana mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario